El mercado de los drones a nivel mundial ha presentado importantes niveles de crecimiento. Por eso, no es de extrañar que estas aeronaves se encuentren en grandes almacenes comerciales y tiendas especializadas. Sin embargo, las autoridades Colombianas regularon el uso de estos equipos para garantizar la seguridad de los ciudadanos y el pleno desarrollo de la actividad aeronáutica.
En el caso vuelos recreativos de forma ocasional y en espacios abiertos, lo único que debe tener en cuenta es que no puede volar los drones cerca al aeropuerto y tampoco puede pilotearlos en zonas donde se presente gran afluencia de transeúntes.
La altura de vuelo máxima es de 152 metros sobre el terreno o sobre el agua. La aeronave tampoco podrá alejarse más allá de 750 metros del operador. Para utilizar un dron de forma comercial en Colombia se necesita contar con dos requisitos fundamentales. El piloto debe tener un curso otorgado por una escuela autorizada por la Aeronáutica Civil. Este curso está compuesto por materias teóricas y horas de vuelo.
Cuando se presentan daños a propiedades o personas, los pilotos serán los encargados de resarcir los daños y responder en los procesos judiciales pertinentes.
Debe tener en cuenta que en el país existen varios tipos de vuelos prohibidos. La regulación estableció que no se pueden realizar vuelos dentro de un perímetro de cinco kilómetros alrededor de aeropuertos. Tampoco se puede sobrevolar centros carcelarios, bases militares o estaciones de policía; las autoridades tienen plena potestad para derribar la aeronave. En la Plaza de Bolívar y en zonas donde podría afectar la seguridad del presidente o de sus ministros tampoco puede manejar una de estas aeronaves.
En cuanto a características, los drones no pueden tener hélices metálicas ni tener un peso de despegue mayor a 25 kilogramos. Los drones de gran tamaño están prohibidos.